Ni Neymar ni Mbappé han entrado en la lista de 19 jugadores de Tuchel para el duelo de Ligue 1 en el día de hoy. El estado del brasileño preocupa.
Después de este partido, sólo quedará el duelo de Champions contra el Borussia Dortmund pero que no se alarme nadie. No ver a Mbappé en la lista de convocados se debe únicamente por descanso para que llegue en las mejores condiciones a la ida contra los negriamarillos. Otro caso es el de Neymar.
Será el cuarto partido que se pierda el brasileño desde su lesión en las costillas y esto desde luego abre un debate en relación a su estado y si podrá jugar o no en Champions. Tuchel reconoció que con falta de ritmo sería complicado que Neymar pudiera jugar, aunque la puerta a un jugador como él, no se le puede cerrar.
Cristiano Ronaldo podrá llevar 10 partidos consecutivos anotando y Messi podrá tener más asistencias que nadie, pero lo que ha hecho el delantero del Bayern Múnich es único. Robert Lewandowski llegó a los 40 goles esta temporada, es el primero en conseguirlo.
Lo ha hecho a nivel club y selección.
Se podría decir que es el mejor año de su vida y eso que tiene 31 años. Van 22 jornadas disputadas, ya ha superado el total de goles que consiguió en toda la Bundesliga pasada. Con el tanto que metió en el último partido del equipo, ya promedia más de una diana por encuentro.
Su gol número 40 lo hizo contra el Colonia en la Bundesliga, además de que lo consiguió al minuto 3. Al momento, ya suma 36 tantos con el Bayern de Múnich y cuatro con Polonia, donde también es el máximo anotador hasta este momento. ¿Su pelea por la bota de oro está definida?
El gol del Inter llegó a los 43′, a través de Ashley Young. Fue producto de un avance en bloque, ensanchando el campo con un pase de izquierda a derecha, el disparo de Candreva desde fuera del área fue demasiado potente como para que Strakosha pudiera contenerlo; el portero rechazó el balón hacia el centro, donde lo capturó Ashley Young con una volea de pique al suelo que terminó entrando por la escuadra. 1-0 en el final de la primera parte. El Inter llegó al vestuario con el liderazgo de la Serie A en el bolsillo.
La presión que aplicó la Lazio sobre la salida del Inter en el comienzo de la segunda parte dio sus frutos cuando De Vrij se vio obligado a cometerle falta a Immobile. Iban apenas 4′ minutos cuando el mismo Ciro Immobile transformó el penalti en gol con un remate de manual a la izquierda de Padelli. El 1-1 abría otra vez todas las posibilidades.
La Lazio continuó presionando. El plan de Simone Inzaghi era ahogar la transición de defensa a ataque del Inter y tratar de ponerlo contra las cuerdas. Y lo consiguió durante lapsos bastante prolongados del partido. El equipo de Antonio Conte se sentía incómodo en el campo, sin fluidez, obligado a buscar pases demasiado frontales para sus delanteros, que no conseguían conectarse.
Así estaban las cosas cuando llegó un saque de esquina desde la derecha para la Lazio. Hubo de todo en esa jugada, incluso una salvada sobre la línea de gol. El balón quedó suelto en el área y lo consiguió Milinkovic, que tuvo toda la frialdad del mundo para buscar el espacio justo, ante la marca de Lukaku y en medio de una superpoblación de piernas, para marcar el 2-1 con un disparo fuerte, al poste derecho de Padelli. Faltaban 20 minutos de máxima tensión en el Olímpico.
l Inter despertó del letargo y adelantó sus líneas. Godín pasó a jugar como un volante adelantado, llevando al frente al equipo. Conte le dio ingreso a Moses y Eriksen. La Lazio trataba de no dejarse avasallar, pero las piernas de sus jugadores no estaban tan frescas como para seguir ejerciendo una presión insistente.
Faltaban apenas cinco minutos para el final cuando Immobile volvió a quedar cara a cara con Padelli. El portero salvó a su equipo con una atajada providencial. Conte quemó las naves: sacó a Godín y puso a Alexis Sánchez. El chileno se adueñó del balón, pero ya no quedaba tiempo para equilibrar un partido que la Lazio jugó con la clase de una final.